En la pasada Semana de la Cultura, alumnos de 1º y 2º de la ESO escenificaron una divertida obra teatral "Se vende una mula". He de decir que entre bastidores disfrutaba, sin ver, de como los alumnos, ante grandes y pequeños, desempeñaban una labor importante, la de la comunicación, un elemento fundamental a la hora de enseñar. Eran ellos los protagonistas, y se sentían protagonistas.
Los beneficios a la hora de dramatizar una obra son múltiples. Soy partidario y defensor de sacar a los alumnos de la caja que suponer las cuatro paredes del aula, un espacio agotador, rutinario. ¿Por qué no enseñar Literatura, Gramática o Dialéctica de una manera práctica? La memoria, fomentar la capacidad para pensar, razonar, criticar o tener iniciativas son fundamentales en cualquier nivel de enseñanza, más aún en la adolescencia, una etapa en la que la autoestima es fundamental.
Más beneficios. Debemos leer e interpretar lo leído, hablar con corrección, vocalizar y expresarnos con fluidez adquisición de habilidades de carácter social, por ejemplo, trabajar en grupos, desenvolverse en las relaciones interpersonales, organizar y planificar el trabajo colectivo y el individual.
Aplaudimos a Eva Lasa, Javier Castellano, María Vázquez, Lucas Rodriguez, Manuel Rodríguez, y Sancho Lladós, verdaderos protagonistas de la obra, que, con profesionalidad impropia de su edad, echaron el resto para pasar un rato divertido y enriquecedor.
Jesús de León
Profesor Lengua y Literatura
En diferido, me uno a tu aplauso a los alumnos que hicieron posible la magia de la cultura y a vosotros por fomentarla.
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